Las cuevas se encuentran enclavadas en el pequeño Cerro de Romperropas, también conocido como Cerro del Águila, que da nombre a las cuevas. La roca caliza permanece oculta por el bosque de encinas que decora el cerro, por eso sorprende aún más el paisaje subterráneo que vamos a encontrar.
La visita a las cuevas se realiza a pie, por ello es aconsejable llevar calzado apropiado debido al alto grado de humedad. A la entrada se encuentran unos paneles de interpretación con información complementaria para la visita.
Un vigilante/guía acompaña a los visitantes por este fascinante mundo subterráneo aportando información sobre el descubrimiento, la formación y la singularidad de esta sorprendente cavidad kárstica, única en el centro de la Península Ibérica.
Las cuevas están abiertas al público todos los días del año, con un recorrido de unos 1000 metros que dura aproximadamente 40 minutos. La entrada cuesta 8 €, se pueden comprar tanto en línea como in situ. Para menores de 5 años la entrada es gratuita.