Las Cuevas del Águila se encuentran en un cerro de rocas dolomías que se formaron en una plataforma marina carbonatada del Cámbrico hace más de 500 millones de años.
Geología de las
Cuevas del Águila
EL ORIGEN
Este tipo de rocas son solubles bajo condiciones ambientales, y en contacto con agua pueden producir cavidades a lo largo de un lento proceso geológico.


Formación de las Cuevas
La circulación de agua subterránea relacionada con los ríos Avellaneda y Arenas formó una serie de cavidades en torno al nivel freático en el subsuelo. El ensanchamiento de estas cavidades produjo una serie de colapsos de la roca caja, dando lugar a las grandes salas que forman las Cuevas del Águila. Los últimos colapsos significativos ocurrieron hace más de 75 mil años.
Espeleopaisaje
Las cuevas tienen una variedad de colores y texturas realmente inusuales en otras cuevas de la Península Ibérica que suelen ser más monótonas. Esto se debe a la compleja evolución, resultado de reiteradas fases de creación y destrucción de las formaciones que aporta una gran diversidad del paisaje subterráneo. La complejidad de la cueva muestra una evolución lenta pero incesante en continuo proceso de transformación.
Las Formaciones
Las Cuevas del Águila cuentan con una rica variedad de espeleotemas: estalagmitas, estalactitas, columnas y coladas espeletémicas, anthoditas, excéntricas, acículas, escudos e incluso moonmilk. Esta diversidad de crecimiento cristalino es el resultado de las variaciones del microclima de la cueva y del contexto en el que aparecen las formaciones.
El clima actual y pasado
Las Cuevas tienen un ambiente muy estable con una temperatura que oscila entre 15 y 16ºC y una humedad relativa del 100%. En los últimos 30 años la temperatura ha cambiado 2ºC como consecuencia de los cambios ambientales en el exterior. Sus estalagmitas han permitido conocer que la causa de la máxima extensión de los glaciares de Gredos, que ocurrió hace 26 mil años, tuvo que ver con unas mayores precipitaciones en la región a lo largo de un periodo muy frío. Debido a sus especiales características, los científicos están utilizando las Cuevas de Águila desde hace más de un lustro, como laboratorio natural para el estudio del cambio climático actual y del pasado.